Bueno aquí dejo esta poesía que es la palabra de todos, un viaje a nuestros recuerdos.
También podeis descargaros la poesía en este enlace.
Bueno aquí dejo esta poesía que es la palabra de todos, un viaje a nuestros recuerdos.
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Antes de nada me gustaría comunicaros a todos que he decidido NO recurrir a los medios de comunicación convencionales para reivindicar y recordar a Iñi, tal y como personalmente me había propuesto hacer ahora que se cumplen 10 años desde que fue asesinado. He tomado esta decisión porque creo que Internet, el blog, es un medio mucho más adecuado para transmitir lo que pretendo, en gran medida porque nadie puede condicionar el número de palabras que utilizo, el estilo, la corrección política del texto, …, pero también y sobre todo porque se trata de un medio más versátil en todos los sentidos: se pueden colgar fotos, música, etc. Además, lo que escriba será accesible a mucha más gente y a lo largo de un periodo de tiempo mucho mayor. Gracias Iban por habernos dado la posibilidad de optar por esta vía. Te ha quedado chulísimo!
Nunca he escrito nada sobre Íñigo, lo confieso. Nunca he escrito nada sobre él, ni sobre lo que para mí significaba, ni sobre las cosas que compartimos. Por eso tengo muchas cosas que contar. Intentaré hacerlo por partes, e intentaré sobre todo que nada de lo que aquí cuente pudiera haberle molestado. No por una cuestión de respeto reverencial mal entendido, ya que una de las cosas que más me gustaba hacer con Iñi era precisamente discutir, sino porque ahora no podría responderme.
Para empezar me gustaría incluir una cita de Eduardo Galeano que a Íñigo le encantaba y que yo creo que representa bastante bien cómo funciona este mundo en el que los únicos inocentes son los bichos, y solo por su inconsciencia, porque también pueden ser bastante cabrones, si se lo proponen:
El sistema
que programa la computadora que alarma al banquero que alerta al embajador que cena con el general que emplaza al presidente que intima al ministro que amenaza al director general que humilla al gerente que grita al jefe que prepotea al empleado que desprecia al obrero que maltrata a la mujer que golpea al hijo que patea al perro.
E. Galeano
Esta cita la comentamos miles de veces Íñigo y yo, especialmente cuando la conversación / discusión había llegado a un punto de no retorno. Ese momento catártico de todo es una mierda y habría que empezar de cero… Un modo sencillo para hacerlo, siguiendo el razonamiento de Galeano, sería cargarse al informático, que suelen tener la culpa de todo. Perdón si hay alguno por ahí leyendo esto.
El caso es que el texto anterior surgía innumerables veces en nuestras conversaciones, y casi siempre al final de las mismas, como punto de (re)encuentro tras una charla de horas en algún refugio, bar, valga la redundancia, reunión de Papeopatós, o lo que fuera menester. Creo que a Iñi no le importaría si por una vez la empleo para empezar algo.
Hasta pronto!